20081101

Base Dante

Me acercaba al tercio de mi vida, cuando caminado por la red me perdí. En un tenebroso sitio me hallé y, al no saber regresar, decidí adentrarme más y más para ver hacia dónde podría conducirme.

De vínculo en vínculo, llegué a un espacio nuevo para mis ojos en el que un hombre me invitaba a seguirlo. Dijo llamarse Virgilio y tener una misión. Pregunté asombrada de qué se trataba y él respondió que debía llevarme ante la presencia del ser que más amo, pero atravesando valles oscuros, para así ver el horror al que el alma humana está condenada.

Tomé mi canastita, mi caperuza y lo seguí.